jueves, 28 de mayo de 2015

Límites ¿dónde?

Me olvido muchas veces de que lo que hoy me parece lo cotidiano, ayer me parecía imposible. E imagino que lo que hoy me parece imposible, puede que mañana me cueste horrores, pero pasado mañana se tornará en lo normal. 

Esta semana ha sido de estudio intenso (raro ¿eh? :-p) y de reflexión. Encontré la historia de esta chica (Kayla Montgomery) -y al hilo de lo que comentaba esta semana en el blog de "Opositando que no es poco"- me ha hecho pensar mucho sobre dónde vemos cada uno los límites. ¿Es mi límite el número de folios?¿el número de temas que me marca el prepa?¿las convocatorias que estoy dispuesta a afrontar?. 

No sé dónde está el límite (lema de Josef Ajram, otro de los que me han inspirado en más de una ocasión), pero extraigo 2 conclusiones:

1. El hombre ha sido capaz de grandes cosas cuando los límites ha preferido no verlos (tanto para bien como para mal).

2. Los límites no se ensachan en kilometros, sino en centímetros, quiero decir, no espero ser capaz de memorizar mañana 20 folios la hora, cuando hoy me cuesta 1 folio una hora (a título de mero ejemplo).

Os dejo el video donde encontré un resumen de la historia (a partir del minuto 2.30) y que me ha servido para afrontar la semana con una perspectiva diferente, porque en vez de que el problema le paralizara fue más allá y encontró cómo seguir siendo ella misma (dura en total 8 minutos):


Buena semanita!

viernes, 22 de mayo de 2015

Y no, no me avergüenzo

Me escondía en el colegio, negando lo que todos, sottovoce, decían de mi: que era una empollona, solo porque hacía lo que debía, estudiar. En la universidad pasé sin pena ni gloria, sin querer destacar por saber o conocer algunas de las respuestas que en clase surgían. 

Pero en la oposición, ese Goliat que ha conseguido sacar el David que llevaba dentro, será diferente, lo es, de hecho. Así que sí, no me avergüenzo, soy estricta con mi horario de estudio, con ir a los cantes aunque sea arrastrándome y sobre todo, sí, actualmente estudio 14 horas efectivas al día (16 con el culo pegado a la silla). 

No tengo que justificarme porque lo hago porque si algo bueno tiene la opo es que somos como los autónomos, nos autogestionamos el trabajo; y segundo porque es lo que considero que necesito. Leo (y oigo) muchas burlas sobre los opositores que dicen que estudian este número de horas, y sinceramente la explicación que encuentro es una vez más el deporte nacional de este país: la envidia. Si, señores, la envidia a tener una fuerza de voluntad titánica por aguantar ese horario. 

No lo hago porque quiera acabar antes la oposición, ni porque quiera pavonearme por conseguir estar tantas horas sentada, ni por ningún afán por salir en el Guiness de los Records (¿algún Notario en la sala por si las moscas? :-p). Sencillamente estudio tanto porque en menos horas no puedo cumplir el planning que se me pide. Yo misma sería la primera a la que le gustaría acabar a las 20 e irme a tomar algo o a hacer deporte (de lo cual, por cierto, me he tenido que privar ya). Pero en una ponderación de tiempos y objetivos, me sale más a cuenta cumplir objetivos académicos.

También confieso que es porque la cabeza me permite hacer estas maratones diarias de estudio, y aunque literalemente acabo molida (nunca supe, hasta ahora, lo que era que te dolieran las piernas de tobillos a caderas por estar estudiando), los resultados de poder llevar el número de temas que me toca (ni más ni menos de los planificados) me compensa. 

Con esto no quiero decir que todo el mundo deba hacer este tipo de jornadas, ni que siempre las haya hecho -también es verdad que estoy ya dando vueltas a la "matraca" del temario en vistas a un próximo examen- pero si que, cuando alguien se sienta especialmente intimidado por este tipo de aseveraciones, piense que quizá, la persona que las haga no miente e incluso puede que en cierto modo le "acompleje" tardar más que la media en estudiar los temas.

En definitiva que no me avergüenzo por dar de mi todo lo que puedo, con la esperanza por bandera de que tarde o temprano este esfuerzo (por otro lado, absolutamente voluntario y globalmente gratificante) traiga sus frutos. Así que, oídos sordos, y a seguir!

LO CONSEGUIREMOS! Buena semanita!

lunes, 18 de mayo de 2015

¿Te emociona?

La primavera la sangre altera y el calor nos hace querer abandonar nuestro afán opositor. Esa es ley de vida, sobre todo porque es ahora cuando el terraceo empieza, las pieles se tuestan y la gente busca pretextos para estar en la calle. 

Una, que es talludita ya en esto de las opos (mucho mucho no, pero si empiezo a contar primaveras-veranos ya son unos cuantos), veo mucha gente a la que la primavera se le hace bola justo donde la epiglotis hace acto de presencia, y lo sigue intentando e intentando (todo opositor lleva un cabezota dentro) hasta verano. Así que realmente ahora empieza una época complicada en eso de aguantar en este camino.

Lo primero que diría es que justamente ahora no es momento de sentarse cual Platón y tratar de ascender de la Cueva donde nos encontramos para alcanzar la Luz que ilumine nuestro porvenir. ¿por qué? Muy fácil: inteligencia emocional. Igual que nunca nunca nunca se deben tomar decisiones en estados de euforia ni en momentos de depresión profunda, tampoco creo que en estas primeras semanas de primavera-verano sea el momento de plantearselo, porque se pueden confundir los deseos de nuestro "yo persona social" con los que de verdad importan. Y para mi es una, la pregunta clave en este asunto:

¿Te emociona...
...verte aprobando?
...consiguiendo tu meta?
....trabajando en un destino por el que estás luchando?
....trabajando por y para el servicio público?

Y no me refiero a emocionarse con un "psa, ok, si", sino a que si te quedas 5 minutos con los ojos cerrados visualizando que el Tribunal sale, le da al bedel la hoja con los nombres de los aprobados, te ves yendo detrás, esperando que lo coloque en el corcho, pinchando la chinceta (no sé por qué siempre la imagino roja) y entonces te avalances sobre la hoja, y compruebes que estás dentro....se te remueva algo dentro, un sentimiento -hoy, que aún no has aprobado- que concentra mitad la felicidad más grande del mundo y mitad la llorera más acuosa del universo. Entonces, si te pasa eso, es que aún te emociona, y si aún te emociona, deja de ser Platón o comerte la cabeza, porque queda trabajo por hacer.

"Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente"
Bukowsky

LO CONSEGUIREMOS! Buena semanita!

viernes, 8 de mayo de 2015

Ventilando mi Caja de Pandora

Probablemente es la última vez que hable de ellos en los próximos meses, no porque no vaya a querer (que tampoco), ni porque me vaya a convertir en una máquina (que también), ni que vaya a dejar de sentir (que...bueno, está por ver). Sino porque hoy me toca dar un paso más al frente, para estar un poco más cerca de la meta y es momento de no ser, sino solo estar.

Ha llegado ese momento en que no puedo permitirme el valorar si es una locura o no estudiar mil horas al día; si el preparador me ha corregido más o menos estrictamente; si hace poco, mucho o infinito calor; si la gente va o no va a la playa o si coge o no vacaciones y cuántos días y dónde va. Es momento de ponerse el corsé, que dejé un poco desatado desde la última vez que me presenté. 

La ventaja es esa, que no puedes pensar. El inconveniente es el mismo: que no puedes pensar. Así que bueno, allá va.

Tengo miedo a que el trabajo no vaya a funcionar esta vez (tengo decidido de antemano que si no funciona, habrá otra/s veces. No me rindo), a que físicamente me quede muy perjudicada, a bloquearme, a obsesionarme locamente con algo o simplemente a que el examen sea una suerte de Dementor (aspira almas del mundo Harry Potter) que se lleve una parte de mi para los restos.

Estoy contenta porque he crecido como persona exponencialmente, pase lo que pase, eso se lo debo a la oposición y a mi esfuerzo, por ir a contracorriente muchas veces, por vencer mis miedos, por caminar cuando el suelo en el que posaba los pies era fango. Y más aún porque tengo la suerte de poder ver las cosas más claras que antes, pero de un modo más flexible que nunca. 

Soy feliz con la gente que me rodea, porque se han quedado pocos pero buenos. He prescindido (aunque también podría decirse que han prescindido de mi) de los NO en mi vida, y he dado paso a los SI, a los "exprimir el minuto", a los "veremos", y al "plan es que no hay plan dentro del plan". También lo soy porque los detalles se han convertido los puntos calientes de mi día a día, son la sal que hace mi plato más gustoso.

Me siento una privilegiada por seguir estando aquí, por tener aún esas ganas del principio de trabajar para lo que me estoy esforzando tanto. También porque mi fuente de sustento me lo permite y no me reprocha (casi) nada mis ausencias y valora mis logros y consuela mis batallas perdidas.

No estoy nerviosa por el examen, puede porque falten meses. Pero mi propósito es seguir apartando de mi ese cáliz (permitidme la licencia bíblica), y seguir pensando en el "cante a cante, verso a verso". Estoy nerviosa por el objetivo del día, por el artículo de turno que no quiere entrar en la cabeza.

Estoy muy ilusionada con el examen, con pensar que el año que viene por estas fechas puede que ya haya gritado a los cuatro vientos que lo he conseguido. Pero también porque la vida me ha cruzado con personas estupendas, de las que he aprendido más que en todos mis anteriores juntos, y espero, me sigan enseñando hasta los 88 años. 

Me siento fuerte. Es la verdad. Desde que sé que este año si. Que este año llego al examen. No sé qué pasará, y sé que el primero no va a ser fácil pasarlo, porque la gente es brillante (en serio, ¡vaya nivel Maribel!", porque el camino va a ser serpenteante y muy muy duro, porque ese día puede pasar de todo. Pero es todo mental, y hay que creerse fuerte para estarlo.

Así que bueno, abierta la Caja de Pandora de los sentimientos, ventilada por arriba y por abajo, la cierro por una temporada. Cruzaré los dedos para que no haya tormenta de arena que la revuelva mucho y me obligue a abrirla. Y espero transmitiros un poco de fuerza y energía positiva a los que os encontréis en el "desierto". 

Buena semanita!